El porteo es una moda, el porteo es de hippies, el porteo es llevar al bebé colgando, el porteo no es seguro ni cómodo para el bebé, con el porteo se ¨mal acostumbra¨ al bebé… ¿Cuántas veces habéis oido estas frases?.
Afortunadamente, los sistemas de porteo y su percepción ¨social¨ han ido evolucionando con el tiempo y nada tienen que ver con lo que fueron. Aun así, en ocasiones siguen estando un poco estigmatizados y no todos los portabebés del mercado cumplen con los requisitos de ergonomía.
En este post, nuestra intención es ir desgranando cada una de las cuestiones y mitos que hay alrededor de este sistema de transporte del bebé. Así que vamos a ello;
El porteo, ante todo, debe ser seguro y debe respetar la postura natural del bebé según cada fase de su desarrollo, repartiendo de forma homogénea su peso sobre el cuerpo del adulto. Y esto sólo lo tenemos si el sistema de porteo es ergonómico y colocamos al bebé en la posición adecuada.
Pero, ¿ Cómo identificar si un portabebés es ergonómico y seguro?, ¿Cuál es la posición natural del bebé?, ¿Qué beneficios representa?. Vayamos por partes;
Para que un portabebés sea considerado ergonómico, ha de cumplir los siguiente requisitos;
- Ha de respetar las normas del porteo seguro (posición fisiológica de bebé, correcta tensión y ajuste, la región abdominal del bebé siempre debe ir contra el cuerpo del adulto, cabeza correctamente sujeta y vías respiratorias despejadas).
- Ha de permitir que el bebé quede a la altura correcta: las nalgas del bebé nunca pueden ir por debajo de la región umbilical del adulto y, en bebés pequeños, que se le pueda dar un beso con comodidad en la cabeza pero no darle con la barbilla.
- El soporte de la espalda ha de ser adaptable o regulable: de modo que, un bebé con un grado de movilidad mayor, pueda tener mayor libertad de movimiento. Pero siempre se ha de poder sostener toda la espalda del bebé, hasta la cabeza.
- Ha de adaptarse al crecimiento del bebé y no incluir partes rígidas que modifiquen o fuercen la postura natural del bebé.
- Tiene que ser cómodo para el porteador y sencillo de usar.
En cuanto a la posición natural del bebé, ésta se refiere a la famosa posición de ranita (espalda en C y piernas en M). La misma posición que adopta el bebé en el útero materno, es decir, piernas cerradas y rodillas elevadas y flexionadas hacia arriba. No obstante, con el paso del tiempo, conforme el bebé va creciendo, su espalda va adquiriendo la característica forma de S adulta y la cadera se abre más hacia los lados.
En las siguientes imágenes podemos ver claramente la evolución de la posición C a la S según la faSe de desarrollo.
Estas serian las posiciones naturales del bebé en las distintas etapas de crecimiento que debemos respetar al portear.
Como podemos observar, hay tres partes del cuerpo del bebé que son importantes en su desarrollo: la cabeza, la espalda y la cadera. Por ello, un dispositivo ergonómico tiene que permitir que las tres tengan un soporte adecuado.
- La cabeza: portear, al igual que llevar en brazos, permite un buen moldeamiento de la cabeza. Los bebés pasan mucho tiempo boca arriba, lo que les puede aplanar la parte posterior del cráneo. Si lo cogemos en brazos o los porteamos, baja el riesgo de que se les deforme por estar siempre en la misma postura (plagiocefalia postural).
- La espalda: un portabebés ergonómico no tiene zonas rígidas que hagan que el bebé adopte determinadas posturas sino que se adapta a la posición natural que adquiere el niño según su etapa de desarrollo, tal y como visto anteriormente.
- La cadera: a la hora de colocar al bebé en cualquier sistema de porteo, siempre debemos tener en cuentas los siguientes aspectos para prevenir la aparición de deformidad o displacía de cadera.
- Cadera en posición de “ranita” o en “M” (Piernas abiertas y rodillas flexionadas).
- Las rodillas más altas que las nalgas
- Soporte de corva a corva (parte de atrás de la rodilla)
- El peso debe recaer sobre el periné (espacio anatómico entre los genitales y las nalgas), no sobre los genitales
Aquí, un ejemplo visual de lo que acabamos de describir.
Para los bebés, ser porteados aporta una larga lista de beneficios. El contacto es imprescindible para la auto-organización física, sensorial y sensomotriz, así como para la formación de la personalidad y de las relaciones sociales del bebé.
Sin extendernos demasiado, a continuación os mencionamos algunos de los beneficios que un porteo seguro y ergonómico aporta tanto a porteado como a porteador.
Beneficios de ser porteado
- Sensación de tranquilidad y seguridad; tras el parto, el bebé reconoce el cuerpo de su madre como su hábitat, sintiéndose seguro. Conforme crece, esta sensación de seguridad se mantiene y, poco a poco, se amplía al resto de los cuidadores habituales.
- Mejora de la calidad del sueño; los bebés tranquilos y seguros suman, al final del día, más horas de sueño y de mejor calidad. Esto es especialmente importante, ya que el cerebro humano organiza las experiencias vividas durante el sueño.
- Mayor bienestar físico; la instintiva flexión de las piernas del bebé, junto con el reflejo plantar y palmar, sugieren que los bebés están adaptados a ser llevados en posición vertical.
- Apego seguro entre padres e hijos.
- Disminución del llanto; los bebés que pasan mucho tiempo en brazos o en portabebés lloran menos. El llanto es la manifestación más intensa de la falta de bienestar: supone un aumento de estrés y gasto energético
- Favorece la lactancia materna; el contacto pone en marcha las mismas hormonas que promueven la lactancia: oxitocina y prolactina. En la madre, el contacto con el bebé incrementa el nivel de dichas hormonas. Por otro lado, ir cerca del pecho fomenta la succión a demanda, base de un correcto establecimiento de la lactancia.
Sobre el cuerpo del porteador, los sistemas del bebé funcionan óptimamente.
- Sistema digestivo; gracias al masaje de contacto y al aumento de temperatura que el bebé experimenta cuando es porteado, unido a la postura fisiológica, se favorece la expulsión de gases y deposiciones y alivia el reflujo.
- Sistema circulatorio; la ausencia de estrés garantiza un ritmo cardiaco estable. Esta estabilidad en el sistema circulatorio es fundamental para el correcto desarrollo del bebé, especialmente del Sistema Nervioso Central.
- Sistema respiratorio; el patrón respiratorio del recién nacido es inmaduro. Necesita la cercanía de un adulto para sincronizar su respiración y adquirir su propio patrón.
Beneficios de portear
- Favorece las relaciones sociales; el contacto potencia el vínculo
- Favorece la lactancia materna, no sólo desde el punto de vista del bebé
- Aumento de la autonomía y movilidad; con la ayuda de un portabebés, el cuidador no necesita ayuda para hacer muchas de las actividades de la vida diaria.
- Menor prevalencia de la depresión postparto; sin contacto ni lactancia (o no los suficientes) hay un desequilibrio endocrino que puede llevar a una depresión postparto (el cuerpo materno identifica que el bebé ha desaparecido).
Como decíamos, estos son sólo alguno de los beneficios que un porteo seguro y ergónomico puede aportar tanto al bebé como al porteador. No obstante, los verdaderos beneficios sólo se pueden comprobar porteando. Porque un buen sistema de porteo no es sólo aquel que cumple con todas las características y requisitos que hemos descrito, si no el que mejor se adapta a las necesidades y estilo de vida del bebé y del porteador.
Por eso, aunque esta información siempre es imprescindible y necesaria, y nos puede ayudar a diferenciar e identificar un portabebés ergonómico de otro que no lo sea, nuestra recomendación siempre es acudir a especialistas y asesores de porteo antes de lanzarnos de lleno con ello.
Os podemos asegurar que ninguna de nuestras sesiones con las familias ha sido igual a otra.
Verónica Cortés y María Díaz
Asesoras de Porteo, Rizomas, Almería